El certificado energético, utilizado para evaluar la eficiencia energética de un edificio, tiene una validez máxima de diez años en España. Sin embargo, existe una excepción: cuando la calificación energética del edificio es G, su validez máxima se reduce a cinco años.

El propietario del edificio es el responsable de renovar o actualizar el certificado de eficiencia energética según las condiciones establecidas por el órgano competente de la comunidad autónoma. Además, el propietario tiene la opción de realizar voluntariamente la actualización del certificado en caso de que se produzcan cambios en aspectos del edificio que puedan influir en su eficiencia energética o en los parámetros utilizados en el cálculo de la calificación.

En resumen, el certificado de eficiencia energética en España tiene una validez de diez años, excepto en el caso de calificación energética G, que es de cinco años. El propietario del edificio tiene la responsabilidad de renovar o actualizar el certificado y puede hacerlo de forma voluntaria si se producen cambios relevantes en el edificio que afecten a su eficiencia energética.